jueves, 26 de diciembre de 2013

it's like ten thousand spoons when all you need is a knife

Hay veces que ves de tan cerca la realidad que te ciega. Cuando algo no es lo que queremos ver nos vendamos los ojos y listo. Ahora que lo veo todo mas claro me siento como una estúpida por haber perdido tanto tiempo en ti. Cuando no te importa intentarlo una y otra vez, aun sabiendo que no lo conseguirás, cuando te da igual perder que lo único que quieres es jugar. Necesitaba algo que me abriera los ojos, y no ha podido llegar en mejor momento. Ahora ya puedo decir que casi me das igual, que casi te he olvidado o que casi creo que eres un niñato. Lo importante es que ahora tengo otra cosa en mente que aunque eso quede en nada, al menos, te habré olvidado, o casi. Eso creía que lo de aquel que me amargo durante tanto tiempo estaba superado y olvidado mas o menos pero nadie vive sin problemas, cuando no los hay los buscamos, aunque a mi me vienen ellos solos. Es curioso como actúan las personas y puede que me defrauden una y otra vez por el simple hecho de que espero demasiado de la gente. Dicen que es mejor no tener altas expectativas porque así nada te decepciona, pero te conviertes en alguien negativo y pesimista y eso no trae nada bueno. En mi opinión hay gente que atrae a la suerte y gente que no, de mi -en definitiva- huye. No quiero mas charlas, ni mas consejos, ni mas llantos ni mas consuelos, no quiero ser mas fuerte se que no puedo lo único que quiero es que la suerte deje de amargarme sonriéndome un día y jodiéndome el siguiente. Estoy hecha polvo, como tantas veces, pero esta vez lo guardare para mi ya he sido suficientemente pesada muchas veces y no quiero seguir siendo quien amarga a todo el mundo o simplemente a quien realmente se da cuenta de que algo pasa. Voy a dejar de esperar algo de la gente, vosotros dejad también de esperar algo de mi.



miércoles, 4 de diciembre de 2013

A tiro de piedra

Todas esas palabras que quieren salir de mi boca, van a estallar pero me callo. Siento como me ahogan casi ni me dejan respirar y entonces simplemente lagrimas emanan de mis ojos. Mis palabras balas y mi boca una pistola. No disparo, no quiero herir a nadie y al final disparo contra mi y acabo hecha añicos. No, no estoy hecha a prueba de balas, debería saberlo después de tanto tiempo. Pero creo que nadie sobreviviría mis tiros, mejor no hacer la prueba. Al final quien recibe todos los disparos soy yo, no solo los míos sino los de todo aquel que se acerca a mi. ¿Pero que pasara cuando ya no me quede sangre que sangrar? Sera entonces cuando todo lo que me he ido guardando salga enseñando la peor cara y ten por seguro que nadie saldrá ileso. Que dure este silencio mientras sea posible. Parece que ya escampa, va desapareciendo este nudo en mi garganta, ahora solo queda ver por cuanto tiempo.