Y me senté al borde de ese acantilado...unos treinta metros me separaban del mar. Vértigo. Me asomé e intenté ver dónde acababa. Ahí estaba el mar azul, quieto tranquilo. Me di cuenta que no tenía miedo de caer, sino unas ganas increíbles de volar.
Holaa! Tienes un bonito blog y me gusta como escribes. Te diria que gracias por pasarte por mi blog, pero en vez de eso te digo que gracias por mentirme :D Si dices que me sigues lo normal seria que me siguieses no? En fin, espero que me lo expliques ;) Un beso y te sigo.
Hola!Me encanta como escribes,por supuesto te sigo.
ResponderEliminarTe dejo mi blog por si quieres pasarte:
http://asweeteenagedream.blogspot.com/
un besazo!
Holaa! Tienes un bonito blog y me gusta como escribes. Te diria que gracias por pasarte por mi blog, pero en vez de eso te digo que gracias por mentirme :D Si dices que me sigues lo normal seria que me siguieses no? En fin, espero que me lo expliques ;)
ResponderEliminarUn beso y te sigo.